Ayer, viernes 1 de abril a las 12 am, al salir del cine en el CC El Tolón, se nos antojaba una copa de vino. Bajamos al Piso 5, y ¿qué mejor lugar para disfrutar de un vino que en "Viva Vino"?. Este es un ambiente dedicado enteramente a disfrutar de los placeres de este producto. Nuestra sorpresa fue la señorita que se encuentra en la entrada del local no nos quería dejar pasar por probablemente cerrarían en una hora. Luego de suplicarle, nos dio una mesa. Después de esperar aproximadamente 20 minutos para ser atendidos, no nos dejaron ordenar una botella completa. Tuvimos que conformarnos con tomar una sola copa. Sin haber finalizado de tomarnos, la única copa que estuvieron dispuestos a servirnos, arribó la cuenta. Lamentablemente tuvimos que pagar y salir rápidamente antes que los mesoneros nos mataran con la mirada, sentían que por culpa de nosotros y unas diez personas más que se encontraban en el lugar, estaban perdiendo sus valiosas horas de sueño.
Me atrevo a decir que muchos de nosotros hemos tenido algún producto de Procter & Gamble en las manos. Si lo analizamos con atención podemos notar la presencia de un número y el nombre de la Sra. Robles. Esta famosa señora es la que atiende las dudas y quejas de todos los productos de P&G, es decir, es la personificación de la “Atención al Cliente”.
Si Viva Vino fuera otra exitosa inversión de P&G, hoy pudiera marcar su 0800, y relatar mi historia. Lamentablemente, esto no es así. Así que de ahora en adelante utilizaré este medio para dirigirme a “la Sra. Robles” del mundo culinario. Llegó la hora de evidenciar a todos aquellos para quienes el cliente no tiene la razón, a todos aquellos que prefieren perder la posibilidad de vender una botella completa de vino y un potencial cliente por llegar a su casa unas horas antes.
Siéntanse libres comunicar todas sus inquietudes por este medio. Es la mejor manera de colaborar con el perfeccionamiento de nuestra Caracas Culinaria.
